En esta entrada podéis leer el Canto a Agni que marca el inicio del Rig Veda.
Textos védicos
Los textos védicos o vedas (que significa «conocimiento» en sánscrito), son el conjunto de textos más antiguos de la literatura de la antigua India. Fueron compuestos en torno al segundo milenio a.C., y durante cientos o miles de años únicamente se transmitieron de manera oral. Fueron la base de la cultura o religión védica, de la que más tarde surgiría el hinduismo, el budismo, el tantra o el yoga.
La palabra sánscrita «veda» también se usa en las lenguas indoeuropeas para referirse a «ver». De aquí viene las palabras en latín video (‘ver’) y el griego εἶδος /eidos/ o ϝεἶδος /veidos/ (‘aspecto’) . En español aún seguimos usando palabras como vidente, evidencia o visión.
Hay cuatro textos védicos (Rig Veda, Sama Veda, Yajur Veda y Atharva Veda). El más antiguo y del que derivan los otros tres es el Rig Veda.
El panteón védico
En los Vedas aparecen numerosas deidades relacionadas todas ellas con aspectos de la Naturaleza: el viento, el fuego, el cielo, el amanecer, etc. En este enlace se puede consultar una lista con todos estos dioses y las características principales de cada uno.
Agni era el dios del fuego en los antiguos textos védicos. De ellos surgieron en primer lugar la religión o cultura védica, y con posterioridad otras religiones o movimientos culturales destacados, como el hinduismo, el budismo, el tantra o el yoga.
En esta entrada presento uno de estos himnos traducidos por primera vez al español a partir de la traducción del sánscrito al francés realizada en 1870 por Alexandre Langlois.
Canto 1
Canto a Agni[1], el dios sacerdote y pontífice, el magnífico heraldo del sacrificio[2].
Agni, digno de ser cantado por los antiguos y nuevos Rishis[3], los dioses se reúnen aquí[4].
Gracias a Agni, el hombre recibe una fortuna cada vez mayor, una fortuna gloriosa, y es apoyado por una numerosa progenie.
Agni, la ofrenda pura que tú envuelves por todos sus lados, se eleva hasta los dioses.
Junto con los otros dioses viene hacia nosotros Agni, el dios del sacrificio, que une a la sabiduría de las obras, la verdad y la brillantez tan variada de la gloria.
Agni, tú que llevas el nombre de Angiras[5], el bien que harás a tu servidor se volverá en tu ventaja[6].
Agni, cada día, mañana y tarde, venimos hacia ti, trayéndote el homenaje de nuestra oración.
Guardián brillante de nuestras ofrendas, esplendor del sacrificio[7]; tú que creces en la casa donde vives.
Ven a nosotros, Agni, con la bondad de un padre hacia su hijo; sé nuestro amigo, nuestro benefactor.
(Autor: Madhutchandas; ubicación de este himno dentro del Rig Veda: Sección 1, Lectura 1, Himno 1)
Algunas claves para entender el texto
[1] Agni o ignis, era el dios del fuego. Como el libro Rig Veda dedica su primer himno a este dios, algunos autores han llegado a decir que el Rig Veda «salió de la boca del Agni».
[2] A lo largo de todo el libro, la palabra “sacrificio” también podría ser cambiada por “invocación”, o “llamamiento”, porque estos términos son sinónimos en el original escrito en sánscrito.
[3] Las Rishis eran los sabios de la época de los Vedas.
[4] El fuego que se enciende en el sacrificio da una señal a los dioses que les avisa de que pueden acudir.
[5] Angiras era un sabio de la época védica que se identificaba como el fuego. El término Angiras también significa sacerdote.
[6] En la antigua religión védica se hacían ofrendas a los dioses para conseguir algún tipo de beneficio. Si el dios no cumplía los deseos del demandante, las personas que realizaban el sacrificio podían cambiar de dios. Por ello, si Agni cumple con lo que se le pide obtendrá el beneficio de contar con mayores ofrendas y seguidores en un futuro.
[7] El sacrificio o la invocación que se realiza a Agni es siempre pura y brillante porque está envuelta de fuego.
Importancia de las ofrendas al dios del fuego en la actualidad
Al leer estos himnos, podemos pensar en que este tipo de rituales era algo propio de hace casi cuatro milenios, y que tienen poca relevancia en la actualidad, pero no hay nada más alejado de la realidad.
Los sacrificios al dios del fuego siguen muy presentes todavía hoy en día. Al comienzo de la esta entrada aparece una imagen de uno de estos sacrificios a Agni que se siguen celebrando a día de hoy por todo Oriente.
Pero en Occidente siguen también muy presentes, aunque a menudo los antiguos ritos paganos han sido asimilados a un contexto cristiano. Por eso hablamos de las Hogueras de San Juan o de San Antón Abad, o de las Fallas de San José. En esencia se trata de los mismos ritos en los que los humanos realizan una ofrenda al fuego cuando sucede un evento importante, por ejemplo, cuando hay un cambio de estación.
En el siguiente enlace se puede ver cómo suena este primer himno en la lengua sánscrita en la que fue escrita. Aparece además la letra del himno en la grafía devanagari (propia del sánscrito) y en inglés.