Introducción
Recientemente he publicado un artículo en la revista International Journal of Theory and Application in Elementary and Secondary School Education en el que se ha tratado de responder a la pregunta de si son útiles los mitos en la educación de las ciencias.
Creo que, dedicar algunas sesiones para que los alumnos conozcan y reflexionen sobre el valor de los mitos, es una buena estrategia para dotar de profundidad y de capacidad de reflexión a los alumnos. A veces, los alumnos ven la ciencia como algo artificial o salido de no saben muy bien dónde.
Para explicar mejor esta idea, en este artículo, hablo sobre cómo ha ido evolucionando el concepto de luz a lo largo de la historia, desde la antigüedad hasta la época presente. Al final del artículo también comparo ambas maneras de explicar el mundo, destacando sus ventajas y limitaciones.
En esta entrada de Blog resumiré las ideas principales de este trabajo.
La luz en la antigüedad
La luz ha formado parte de los mitos, de las explicaciones científicas y de las teorías de la mente desde el origen de la humanidad.
Así, el dios Ra para los egipcios no solamente era fuente de vida y de luz, sino que también «iluminaba» la inteligencia de los hombres.
El pueblo persa también concedió una función importante a la luz. Para el zoroastrismo, Ahura Mazda era el señor de la creación, la verdad, la bondad, el fuego y la luz (véase la imagen que encabeza esta entrada de Blog).
En el Rig Veda, conocido como el texto más antiguo de la India, la luz se asociaba a Indra, que era el dios del cielo y el rey de otros dioses. Cuando se agradaba a Indra mediante el empleo de los rituales apropiados, hacía aparecer la luz. Por el contrario, cuando los hombres caían en el error, aparecía la oscuridad.
Por último, en el Génesis, «Dios creó los cielos y la tierra. La tierra era caos, y oscuridad, y abismo». Pero Dios dijo. «hágase la luz» y hubo luz. Dios también hizo las otras dos luces celestes (el sol y la luna), una para que gobernara el día, y la otra la noche y las estrellas.
En casi todos los intentos por explicar la creación del mundo en la antigüedad, la luz proporcionaba vida, seguridad y justicia. Mientras que la oscuridad se asociaba al mal, la confusión, el error y el peligro.
Sin embargo, con el surgimiento de la filosofía en la Antigua Grecia, esta visión de la luz empezó a cambiar.
El tránsito del mito a la razón
En un intento por explicar el mundo, los antiguos griegos buscaron, en primer lugar, los fundamentos de la materia primordial desde la que deriva todo lo que existe.
Platón explicaba, en su Alegoría al Sol (en el libro VI de La República) que este astro permite, no solamente la creación de vida, el crecimiento y la nutrición. Sino que, de la misma manera que el sol permite mediante los ojos, conocer los objetos sensibles, la Idea de Bien permite, mediante la inteligencia, conocer otras Ideas. Además, Platón distingue entre visión, sol y luz. La visión la identifica con nuestros ojos, el sol es un dios celestial y un cuerpo, pero, ¿qué es la luz para Platón? La luz es una sustancia que está entre el objeto y nosotros, y que necesita del sol para incrementar su claridad y, de esta manera, proporcionarnos la agudeza de visión que necesitamos para ver (Pulsa aquí para ver más entradas sobre Platón).
Por primera vez, la luz deja de ser un todo indiferenciado con el bien, la justicia y la vida, para convertirse en una especie de fluido que hay entre los objetos y nosotros, y que nos permite ver.
La separación entre luz y bien se consolida
Al mismo tiempo en que Platón desarrollaba su teoría de la luz, en otra ciudad griega, Demócrito de Abdera proponía una nueva teoría de la visión. Los objetos emiten unas imágenes o eidolas que deben ser captadas por los rayos visuales que salen de los ojos, y que deben ir a su encuentro. El sol permite que el aire sea menos denso y que este proceso de capturar las eidolas por parte de los rayos visuales de los ojos, sea más fácil de realizar.
Dos siglos más tarde, Euclides en su tratado de Óptica aplicará la geometría para ver cómo los rayos visuales, que tienen su origen en los ojos, son capaces de incidir sobre los objetos. En este autor, los rayos visuales ya están totalmente separados de las ideas del bien, la creación o la justicia. La luz parece tener ya una existencia metafísica independiente y depende solamente de la perspectiva que se establece entre el observador y el objeto.
Ventajas de los mitos
El hecho de que apareciera una explicación de la luz separada de los mitos supuso un avance sustancial en el conocimiento humano. Sin embargo, los mitos presentan algunas ventajas:
- Son historias que ofrecen una explicación sintética, de manera que, varios aspectos de la realidad se agrupan en una misma explicación.
- A menudo son explicaciones profundas, llenas de significado para la cultura en la que se desarrollan, que explican el origen, la existencia, el desarrollo y el futuro de esa civilización.
- Se transmiten de una generación a la siguiente con pequeños cambios. Esto proporciona una sensación de estabilidad de la cultura, que va más allá de los individuos particulares, y que da seguridad y predictibilidad a los eventos que suceden en el mundo.
- No buscan una descripción exacta de la realidad, sino el acceso al significado profundo de los eventos, que a menudo no resultan evidentes para el observador normal.
Ventajas de las explicaciones lógicas o racionales de la realidad
Sin embargo, la explicación lógica de la realidad, iniciada en la antigua Grecia, y presente hoy en el ámbito de las ciencias, también tiene algunas ventajas (y limitaciones) destacadas que es conveniente tener en cuenta:
- Pretenden explicar las cosas como realmente son, con independencia de la tradición, las necesidades de cohesión o seguridad de una comunidad o civilización.
- Son cambiantes. Cada autor, cada generación y incluso, cada trabajo publicado ofrece explicaciones diferentes, a menudo contradictorias.
- No pretende proporcionar una explicación profunda de los hechos que esté basada en la intuición, sino que se basa en la lógica, la observación directa y los hechos.
- El esfuerzo por conseguir ser objetivos y los cambios frecuentes en las teorías son aceptados con naturalidad.
- Los textos clásicos se consideran más una molestia para el progreso que una fuente de inspiración para entender la realidad. En las explicaciones míticas sucede exactamente los contrario.
Explicaciones míticas en la sociedad actual
Podríamos pensar que los mitos son cosas del pasado, y que la sociedad actual está regida por los dictados de la ciencia y la razón. Pero esto no es así. Las explicaciones míticas cuentan con una amplia vigencia en nuestra sociedad moderna.
En la actualidad coexisten las tradiciones culturales y religiosas que tuvieron su origen en el pasado, con la literatura, las películas, los videojuegos o los entornos de realidad virtual, que recrean, transmiten e incluso inventan aspectos de la realidad.
Aspectos desconcertantes de las actuales teorías de la luz
Hoy sabemos que los primeros intentos de los griegos por explicar la luz como una entidad física tenía sus errores. Pero qué sucede con la explicación de la luz actual. ¿No tiene también sus limitaciones y paradojas? Veamos algunas de ellas:
- ¿Es la luz una onda o una partícula? Según el experimento que realicemos, la luz se comportará como un objeto con forma de partícula que se mueve en línea recta, o como una onda que se mueve de manera sinusoidal. ¿Es la luz ambas cosas o ninguna? A día de hoy, seguimos sin entender completamente esta dualidad.
- Según la ciencia actual, la luz siempre viaja a la misma velocidad. Si un objeto que emite luz se mueve muy deprisa, es el tiempo el que se deforma para que la velocidad de la luz permanezca constante (Teoría de la Relatividad de Einstein). Sin embargo, las ondas de luz se expanden o contraen cuando un objeto se acerca o se aleja de nosotros (Efecto Doppler).
- Cuando la luz incide sobre un objeto extremadamente pequeño, hace que este objeto cambie de velocidad o de posición. Esto hace que nunca seamos capaces de determinar con precisión la velocidad y la posición de una partícula subatómica (Principio de Indeterminación de Heisenberg).
- Las ondas interfieren unas con otras. Esto hace que al enviar dos pequeños haces de luz provoquen un efecto de interferencia. Pero ¿qué sucede cuando enviamos solamente un fotón en cada ocasión? Es decir, un fotón, luego otro, luego otro, etc. Pues que unos fotones y otros siguen provocando este patrón de interferencia, aunque no coincidan entre ellos en el tiempo.
Todos estos hallazgos son difíciles de explicar por la ciencia actual.
Conclusión
Las primeras explicaciones que los griegos ofrecieron para abandonar los mitos, con el tiempo, se han ido haciendo oscuras, contra-intuitivas, han tenido que recurrir a explicaciones de la estructura profunda (no observable) de la realidad, y suelen ir más allá de la evidencia lógica o racional.
De maneras muy variadas, los mitos están hoy en día más presentes que nunca en la sociedad. Seguramente seguirán con nosotros durante muchos siglos porque son una fuente única y necesaria de acceder a algunos aspectos de nuestra comprensión del mundo, a las que no podemos acceder con otros caminos de comprensión de nuestro mundo.
Por ello, es conveniente incluir en el currículo de las materias de ciencias algunas sesiones en las que se vea y se reflexione sobre la evolución de los conceptos científicos que se están trabajando.
Esto ayudará a los estudiantes a comprender mejor cómo se consiguió el conocimiento científico actual. También les ayudará a apreciar el esfuerzo que los antiguos seres humanos realizaron para entender y explicar el mundo que había en torno a ellos.